martes, 14 de diciembre de 2010

Hay quienes usan siempre la misma ropa, llevan amuletos, hacen promesas, imploran mirando al cielo, creen en supersticiones... Otros que siguen corriendo aun cuando les tiemblan las piernas, aunque se queden sin aire, siguen luchando cuando todo parece perdido, siguen como si cada vez fuera la ultima vez, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren, pero no se quejan porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca y el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos, lo que los hace diferentes es su espíritu, la determinación de alcanzar la cima, una cima a la que no se llega superando a los demás,
sino superandose a uno mismo.

jueves, 28 de octubre de 2010

En aquel momento mi cabeza comenzó a cavilar. En ese mismo instante, todo a mi alrededor inició una alteración más rara de lo normal. Las fotografías de mi habitación se desmoronaban de la pared rosa que en seguida se volvió gris, la persiana descendía hasta llegar al suelo, como si desease apagarlo todo, y situarme en una alcoba oscura y sombría. Hice el ademán de intentar salir de aquel sueño o pesadilla en el cual permanecía en aquel instante, pero había algo que hacía que aquella angustia me acorralase, hasta que de un momento a otro y en un segundo, toda aquella perturbación volvió a la calma.

Ahora, cuando analizo la situación me doy cuenta que todo se serenó, en ese segundo, en que mi cabeza dejó de pensar.


lunes, 27 de septiembre de 2010

El cielo se tornaba gris, y yo me disponía a salir. Me monté en el coche y cerré la puerta. Arrancó el motor. El camino fue demasiado corto, en aquel momento me hubiese gustado que la ruta hacia mi destino se alargase, pero a diferencia de mi simpatía, llegué de un momento a otro a... no importa el lugar, llegué.

Allí cientos de personas se movían entre la gran muchedumbre que había en unos pocos metros cuadrados. Pasé infernosas horas en aquel lugar, en las cuales me sentía singular: todos y cada uno de los individuos que habitaban aquel sitio, en el que también me encontraba yo, se les veía locuaces, libres, afortunados de estar allí.

Y por fin, era la hora de volver, a casa, a mi lugar correspondiente. Salí por aquella puerta de acero que delimitaba el abismo, del mundo inconprensible, sucio y falso que había fuera. Aunque creo, que por primera vez en toda mi existencia, prefería afrontar aquel mundo, que pasar un segundo más allí dentro.

viernes, 27 de agosto de 2010

Todo me duele. Siento las palabras de la gente como mordiscos que me llenan la piel de llagas. Siento punzadas en el corazón, como si los horrores del mundo latieran dentro de mí. Siento que se desploman sobre mí los cimientos de la ciudad, sin fuerzas para respirar...
Todo me afecta. Cualquier pequeño roce me produce un gran dolor y cualquier comentario, me hunde en la
miseria...
Sé lo que necesito, solo un pequeño resquicio por donde dejar volar los sueños, los pocos que me quedan.
Un leve soplo de esperanza.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sé que las cosas cambian, las cosas pasan, la vida continúa y no se para. Nunca. Sé que nada es eterno, hasta mi respirar tendrá una duración limitada y mi corazón dejará de latir en algún futuro. Y al igual que tendré que afrontar la muerte, tengo que afrontar ahora y siempre todo lo que se me venga encima. Porque yo soy una persona fuerte. O al menos lo intento.
Sentir el simple sonido de tu voz me hace estar en casa, me hace sentir que es el verdadero lugar... a ese al que pertenezco.

sábado, 26 de junio de 2010

Hay días que ves que todo te va mal, que no puedes levantarte y que cada vez va a peor; con cada desprecio que te hacen tu corazón se va apagando poco a poco, tus pupilas se dilatan, tus sueños se derrumban, te sientes inferior, pequeña y frágil... Esperando a que todo cambie, a que la tormenta se calme, a que la vida termine, a desaparecer y hacerte invisible. Esos días en los que ves que todo está perdido que estás en el fin y no ves por donde seguir caminando, en esos días en que la vida te clava un puñal, en los que no vale la pena volver a reír: llora, grita, sientete libre, sientete tú misma.
Porque así es la vida: un juego con baches para que te rindas, para hacerte inútil, pero tu debes ser más fuerte que ella: debes luchar, debes creer, debes pensar que todo puede cambiar, debes soñar que llegará el día que estes lejos de todos tus problemas, debes volar alto y no caer en el intento.
Pronto llegarán días mejores y verás que la vida es tan corta como un suspiro.

miércoles, 2 de junio de 2010

Aquello de la vida que dan los aeropuertos. De lo bueno que es olvidarse de los trenes. Cogidos. Subidos. De los aviones que hemos perdido, y las nubes que hemos ganado. De lo que cuesta cerrar la maleta cuando es para irme. De la espera. Las horas. Los retrasos. Tiempo perdido sin ti. De la felicidad. De la familia. De los orígenes. De kilómetros. De que me parta en cachitos pequeños de tanto echarte de menos. De la esperanza de que aparezcas cual relámpago a la hora de dormir. De juegos malabares entre las sábanas. Despedidas. Reencuentros.De un playmobil que empieza a viajar. A vivir fuera de su frontera. De tener miedo a todos menos a tí. De traiciones. De que faltas. De nosotros. De ambos. De dos. De uno.

jueves, 27 de mayo de 2010

Es posible que no mienta todo el mundo, pero desde luego nadie dice la verdad. Tenemos miedo a la verdad, y es comprensible, ¿quién quiere escucharla, quién la necesita?.¿Y cómo sabemos que algo es verdad, dónde está esa famosa verdad?. Cuando somos jóvenes creemos que mejoraremos con los años, y al ser mayor, añoras los años de juventud. Cuando estás encerrada en casa sueñas con estar lo más lejos posible, y cuando viajas a algún punto lejano del planeta, sólo piensas en volver a casa. Esté donde esté, la verdad siempre estará lejos de nosotros, desde luego, a nuestro lado no. Además, ¿quién necesita tener la verdad cerca?¿Queréis oir la verdad?, pues yo os diré una, la única que hay, pues solo hay una verdad absoluta y ésta es... que la verdad no existe, que todo es mentira.